n.º 2 de la serie de entrevistas sobre inclusión financiera: Qué podría significar para África reducir la brecha de la financiación comercial de 81.000 millones de dólares, con Barry Cooper del Centro de Regulación e Inclusión Financieras (Cenfri)
Tras el lanzamiento de la iniciativa de identidad empresarial digital de la GLEIF, diseñada para reducir la brecha de la financiación comercial en África, nos ponemos al día con nuestros principales socios para conocer su opinión sobre cómo el proyecto propiciará una mayor inclusión financiera de las PYME en el continente y fuera de él.
Autor: Barry Cooper, Director Técnico del Cenfri
Fecha: 2021-10-06
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En todo el mundo, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) carecen de la documentación legal que pueda demostrar quiénes son a los bancos, proveedores de servicios y otras empresas. Como consecuencia, millones de ellas intentan acceder a financiación comercial y crear asociaciones, sobre todo en las economías en desarrollo.
Tras el lanzamiento de la iniciativa de identidad empresarial digital de la GLEIF, diseñada para reducir esta brecha de la financiación comercial en África, nos ponemos al día con nuestros principales socios para conocer su opinión sobre cómo el proyecto propiciará una mayor inclusión financiera de las PYME en el continente y fuera de él.
Barry Cooper es Director Técnico del Centro de Regulación e Inclusión Financieras (Cenfri), un grupo de estudio independiente sin ánimo de lucro que trabaja para el desarrollo del sector financiero africano.
Cenfri tiene un amplio alcance en toda África, estableciendo relaciones tanto con reguladores como con proveedores de servicios financieros (FSP). La función del Cenfri dentro de la iniciativa tenía múltiples facetas e incluía encontrar bancos candidatos en jurisdicciones adecuadas en las que la iniciativa pudiera tener mayor impacto sobre las MIPYMES y actuar como ejemplo práctico; implicar a los reguladores en la iniciativa; dirigir sesiones de trabajo con el banco seleccionado para guiarlo en el proceso de IPJ y afrontar cualquier reto y validar y redactar informes, entre otras cosas. El mecanismo de evaluación de Cenfri y Cornerstone Advisory Plus identificó con éxito mercados regulados y FSP adecuados que tienen un fuerte interés e inversión en sus clientes de microempresas y pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).
¿Por qué decidió participar en la iniciativa?
Cenfri ha hecho una gran labor en la gestión de la identidad, la lucha contra el blanqueo de capitales (AML) y la financiación del terrorismo (CFT), el conocimiento del cliente (KYC) y la financiación de las MIPYMES y esta oportunidad estaba en línea con nuestro trabajo. Además, aspiramos a liderar las prácticas recomendadas futuras y nos interesó mucho esta iniciativa porque fue la primera en África y nos ofreció una gran oportunidad de establecer las prácticas fundamentales.
¿Cómo se beneficia su organización en su participación en la iniciativa del IPJ?
La participación en esta iniciativa beneficia al Cenfri porque obtenemos unas valiosas enseñanzas al diseñar el proceso, lo que nos ayuda a mejorar nuestros métodos de resolución de problemas de financiación de las MIPYMES, en especial en nuestros países de destino en África, que incluyen Zimbabwe.
La iniciativa del IPJ también nos proporcionó una herramienta que podemos recomendar a las instituciones y reguladores para superar los retos de AML-CFT, cumplimiento y no asunción de riesgos. Asimismo, Cenfri obtuvo su propio IPJ, que podemos aprovechar para usar nosotros mismos.
¿Qué problemas permite solventar el uso del IPJ a las PYMES africanas a medio o largo plazo?
Hay 54 estados en África, cada uno con sus propios organismos y registros de incorporación, que tienen distintos procesos e idiosincrasias. Una verificación y posterior incorporación de la información fiables para los procesos de diligencia debida y gestión de riesgos requiere unos altos niveles de capacitación del país local, pueden tardar bastante tiempo y tienen unos costes prohibitivos y, por tanto, se emplean en grandes transacciones. Las transacciones de las MIPYMES, e incluso de algunas corporaciones, en África no progresan o están sometidas a hipótesis de impago de alto riesgo.
El IPJ permite a las MIPYMES obtener una identidad mucho más fiable a la que se puede acceder, verificar y confiar a nivel mundial. Los bancos locales tienen gran experiencia en sus sistemas, riesgos y procesos nacionales. El IPJ aprovecha este conocimiento en un formato accesible a nivel mundial. El IPJ está bien posicionado para superar las asimetrías de la información de la gestión de riesgos, permitiendo unos mejores flujos comerciales formales gracias a una financiación comercial más accesible, unas calificaciones de riesgos financieros más precisas y unas primas de riesgo menos desfavorables, menos retrasos de las transacciones y unos rechazos menos categóricos. También sirve para que las MIPYMES tengan mayor visibilidad y aumenta las oportunidades de comerciar y conectar con socios con los que no podrían conectar de otro modo. Además, puede resolver problemas de cumplimiento de AML-CFT, al garantizar que cumplen los estándares más exigentes a nivel mundial.
¿Cómo sería el entorno de las PYMES africanas si se pudiera reducir la brecha de la financiación comercial de África de 81.000 millones de dólares? ¿Qué significaría eso para la economía regional?
Reducir la brecha de la financiación comercial de 81.000 millones de dólares podría tener importantes implicaciones para la economía y habitantes de África, con el potencial de fomentar un crecimiento y competitividad significativos en los mercados internacionales. La duda sigue siendo si los cambios de la actividad comercial serían inclusivos con un efecto positivo sobre las rentas más bajas o si las ventajas se limitarían a las industrias principales y las empresas existentes, beneficiando a los estratos sociales establecidos. Medidas positivas, como el IPJ, pretenden ayudar a las MIPYMES a participar en igualdad de condiciones, promoviendo un crecimiento sostenible y una diversidad económica. Según el Banco Mundial, las MIPYMES contribuyen a más del 50 % del empleo de todo el mundo, por tanto, un pequeño aumento de su tamaño e ingresos podría tener un impacto significativo en los niveles de empleo y permitir una prestación de servicios más eficaz en todos los mercados. Reducir la brecha comercial debería estar vinculado a fomentar el comercio intrarregional entre los países africanos para permitir un crecimiento y desarrollo más inclusivos.
¿Qué oportunidades se podrían crear para los habitantes de África si todas las PYMES se pudieran equipar con identidades empresariales reconocidas a nivel mundial?
Equipar a todas las PYMES con un IPJ crearía una identidad global, universal y para todo el continente sólida e interoperable. Vemos oportunidades latentes de generación de empleo y negocio no solo para el comercio mundial sino en concreto para el comercio dentro de la región de África, lo cual en el pasado ha sido sistemáticamente difícil entre 54 estados. El IPJ mejora significativamente la accesibilidad y competitividad de las MIPYMES, no solo mundialmente sino dentro de sus países y la región. Como se mencionó anteriormente, un crecimiento moderado de las MIPYMES podría tener un impacto significativo en el empleo en diversos sectores económicos y, sobre todo, para las rentas más bajas. Gracias a los efectos de mejora de las redes, el IPJ también puede mejorar la distribución de bienes y servicios entre los países, permitiendo el acceso a más productos y servicios locales sostenibles para los africanos.
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Barry Cooper es Director Técnico del Cenfri. Tiene especial interés en el desarrollo y regulación de las monedas e instrumentos de pago digitales, con énfasis en el efecto de la regulación financiera sobre los derechos humanos. Desde que se incorporó al Cenfri, Barry ha dirigido la tarea de integridad financiera y de pagos del Cenfri como jefe de la sección de FinMark Trust, y más tarde de FSD Africa, bajo el Programa de Riesgos, Remesas e Integridad (RRI) y varios proyectos en el África subsahariana, llevando a cabo investigaciones sobre una serie de retos financieros para ofrecer recomendaciones prácticas a los gobiernos, donantes y el sector privado. Además de su labor en Cenfri, Barry actualmente pertenece al Equipo de trabajo de remesas del Covid-19 y ha participado en el grupo de debate sobre los servicios financieros digitales de la ITU. Es director de la iniciativa PRIME RAI CDD a favor del FIDA con el objetivo de favorecer a destinatarios rurales, mujeres y las rentas más bajas de hasta el último rincón del planeta gracias a procesos de KYC y CDD más innovadores y accesibles, además de mejorar la eficacia general del cumplimiento y la gestión de riesgos.